Tuesday, June 7, 2016

Qué "Colapsa" con la Presencia Extraterrestre?

Comentario Editorial (por Giorgio Piacenza): La realidad extraterrestre colapsa la separación espacial, la evolución independiente, la excesiva distinción entre sujetos y objetos. Colapsa el uso exclusivo, desatento y garrafal del planeta y sus formas de vida en aras de nuestro propio beneficio. Colapsa la premisa del origen genético humano únicamente terráqueo. También nos exige funcionar conscientemente de forma interconectada reconociendo en esa interconexión un nivel más fundamental subyacente a la realidad física. Y esa presencia, esa realidad elusiva pero como una evidencia constante nos pide desarrollar una cultura “trans” aplicada a lo trans epistemológico, lo trans ontológico, lo transdimensional, lo transdisciplinario, lo trans cultural; una realidad más amplia y genuina donde las diferencias están integradas por pautas comunes a ellas; una realidad que exige de nosotros una mucho más sublime aproximación cultural, ética y científica; una excelencia en lo que hacemos, como lo hacemos y porqué lo hacemos dentro de una metafísica integrativa racional siempre abierta a un incesante aprendizaje.

La “extraterrestriología” (estudio de los contactos humanos con seres alienígenas, incluyendo sus características físicas, culturales, éticas, políticas, filosóficas, científicas y demás) podría llegar a obtener el estatus de una “proto ciencia”, una vez que se compruebe de forma concreta, suficientemente consensuada y oficial que “ellos” ya interactúan con nosotros (sea cuales fuesen los medios técnicos o científicos que utilicen y que algún día también nosotros podríamos llegar a descubrir). La admisión oficial y el consenso de esta realidad remecerían los supuestos epistemológicos y los paradigmas de los académicos fieles y practicantes de la ciencia convencional que (a pesar de más de 100 años de física cuántica y relativista, así como de estudios parapsicológicos que incluyen estudios meta estadísticos) en su mayoría apuntalan la apreciación - ficticia - de un realismo ingenuo, excesivamente materialista y clásico pues se rehúsan a ver con ojo verdaderamente objetivo, científico y neutro la mejor evidencia que cuestiona a esta perspectiva metafísica.
La ovnilogía, extraterrestriología y la investigación psi acumula evidencias que sugieren un urgente cambio de paradigmas pero, no estar dispuesto a este cambio, esencialmente no es una actitud netamente científica sino una de las trabas sociales y psicológicas que por varios motivos ocurren en la práctica científica dentro de un contexto social.

Muchos testimonios y otros tipos de evidencias indican que la realidad extraterrestre no se limita al único universo físico que estamos empezando a conocer sino que es multi-transdimensional: Ellos no solo parecen colapsar las distancias y tiempos del espacio-tiempo físico para llegar a nuestro mundo sino que estaríamos hablando del uso de una realidad posiblemente mental con su propio tipo de materia, energías, leyes y “dimensiones” para que – a través de ella - conecten múltiples universos físicos que asimismo estarían organizados en múltiples niveles de “densidad” o en mayores o menores grados de fisicalidad. Dicho de otro modo, estaríamos hablando de la trans-realidad permitida por la interacción de tipos de realidades cualitativamente distintas, algo comúnmente llamado lo “transdimensional”.

En ello las “dimensiones” solo serían los más básicos parámetros de un tipo de realidad por lo que habrían dimensiones físicas y dimensiones no-físicas y otros conceptos de “espacio” tales como un espacio pre-físico de partículas virtuales y anti partículas virtuales y un “espacio mental” subyacente y trascendente del espacio físico. Y en ese otro “espacio” habría una substancia no-física que se adaptaría a la necesidad de experiencia subjetiva produciendo una adaptación de la experiencia de tiempo o duración y de distancia solo en caso de ser necesario.

Ya que aún no estamos a la par de este nivel de ser, los ET mantienen una distancia; una interacción semi encubierta. No desean interrumpir nuestro desarrollo hacia ese pensamiento tetradimensional aunque ya intervienen de muchas formas a diversas personas, a veces para activar potenciales genéticos, a veces para generar especies híbridas y la mayoría no son negativos ni como en las películas de Hollywood. Nos ven como niños inmaduros aferrados al sentido común de la vida experimentada desde una perspectiva física clásica.

Muchos parecen provenir de realidades físicas que tienen energías y tasas vibratorias más intensas que las del universo físico que conocemos y por eso la interacción directa con ellos requiere adaptación para evitar daños no intencionales. Asimismo, por eso tendemos a olvidar nuestros encuentros con ellos cuando realmente suceden y por eso a veces el contacto con ellos es mental o a través de su no fisicalidad, de sueños o de la telepatía y en por medio del vehículo del alma ya que debido a su familiaridad con la transdimensionalidad ellos pueden fácilmente actuar en lo que conocemos como el “Plano Astral”.

Ellos no vienen a salvarnos sino a proponer suavemente (y casi siempre dejando la posibilidad de dudar colectivamente de su existencia cuando se manifiestan) que hay un mundo mucho más amplio, multi-nivel, multi-dimensional (transdimensional) y que los conflictos ya demasiado burdos e innecesarios que continuamente recreamos se deben a nuestra ignorancia, a no saber quiénes somos ni por qué o cómo se estructura el siguiente nivel de la realidad que nos incluye y del cual depende nuestro universo físico. “Ellos” estimulan nuestra curiosidad para que nos interesemos en trascender los límites de la fisicalidad clásica: Aquí y allá nos urgen a cambiar y nos dicen que podemos perfectamente hacerlo.

Nosotros aún estamos funcionando en base a un “meta paradigma”; el meta paradigma de la desconexión. Nos percibimos y sentimos separados entre miembros de nuestra especie e inclusive separados de la naturaleza física y de las realidades sutiles subyacentes y trascendentes a ella. Pero ademas de no estar mas separados que interconectados todos estariamos al interior de todos los demas, algo aun mas radical. Pero comprender tan vitalmente como nuestra propia respiracion que la separacion es menos real que las conexiones que permiten a las mismas formas fisicas que nos sujetan es lo primero que debe cambiar para comprender a seres que – por lo visto – ya colapsan distancias y tiempos al haber descubierto principios de conexión más básicos por lo que sus mentes y sus sistemas culturales deberían operar en base a esta conexión interna.




Monday, May 30, 2016

El Mensaje de la Bandera de la Paz (conferencia por Ricardo González - Primera Parte)

“EL MENSAJE DE LA BANDERA DE LA PAZ” - CONFERENCIA DICTADA POR EL SR. RICARDO GONZÁLEZ en el “Club Empresarial”
Lima Perú, 21 de abril de 2016

(Transcripción y Comentarios por Giorgio Piacenza)
(Primera Parte)

Madonna Oriflamma - Pintura de Nicolás Roerich 

Información General – Preámbulo

A la conferencia asistieron representantes de la UNESCO y reconocidos artistas nacionales e internacionales. El evento fue organizado por las señoras Mónica Lofruscio y Belinda Tamis representantes del Comité Internacional de la Bandera de la Paz.

El Sr. Ricardo González dirige el Centro Roerich ubicado en Capilla del Monte, Argentina. Este centro difunde la obra del pintor, místico, científico y explorador ruso Nicolás Roerich (Nikolai Konstantinovich Rerikh), creador de la Bandera de la Paz. El Centro Roerich es miembro del Comité Internacional de la Bandera de la Paz, ONG-DPI de las Naciones Unidas. Centro Roerich trabaja en estrecha colaboración con el Comité Internacional de la Bandera de la Paz dirigido por la Sra. Alicia Rodríguez.

El Pacto Roerich preparó el terreno para la creación de instrumentos clave de la UNESCO en la esfera del derecho internacional humanitario, dirigido a la protección del patrimonio cultural de la humanidad tanto en tiempos de la paz como de guerra. Sus principios fueron la base de la Convención de la Haya de 1954 sobre la protección de los valores culturales en caso de conflicto militar.
“Donde hay paz hay cultura. Donde hay cultura hay paz” (Nicolás Roerich).

“El logo de la Bandera de la Paz, son tres esferas de color magenta, formando un triángulo con el vértice hacia arriba, rodeadas por un círculo del mismo color sobre fondo blanco.
Su iniciador fue el ilustre artista Nicolás Roerich (1874—1947), quien escogió este antiquísimo símbolo de Unidad y Paz, por su significación y aceptación universales, ya que aparece en casi todas las culturas y religiones, y es respetado por todas ellas.
A través de este logo arcano, podemos conectar con los arquetipos más profundos de paz, inscritos en la psique humana, lo que estimula su aprendizaje y utilización. De ahí su gran fuerza.

Para profundizar en la interpretación del símbolo véase: El Símbolo de la Bandera de la Paz a través de las Edades. (Rodríguez, Alicia; Transfórmate en Bandera de la Paz; Ed. Panorama, México, 1997)” http://banderadelapaz.org/bandera/simbolo.shtml


Comentarios por Giorgio Piacenza sobre la Metafísica de la Bandera de la Paz 

Indudablemente, el Logo de la Bandera de la Paz  representa arquetipos y principios universales que están siendo  gradualmente reconocidos por recientes modelos filosóficos integrativos de aquello que consideramos como lo mental, espiritual y material. Estos principios primordiales, inextricables pero, asimismo, definidos darían a la filosofía contemporánea la oportunidad de avanzar más allá de fútiles desacuerdos y críticas deconstructivas posmodernas ya que se puede mostrar de forma lógica que coherentemente integran lo material con lo espiritual, lo cuantitativo con lo cualitativo, así como lo múltiple con lo unitario, todo como expresión de la No Dualidad Misma,  Fuente Misma de la Creación-Manifestación que trasciende, genera y contiene las aparentes contradicciones.

El XIV Dalai Lama y la Sra. Alicia Rodríguez con la Bandera de la Paz

Los tres círculos inscritos en la Bandera de la Paz representan la integración inseparable de 1) La  Religión pero como unión de valores por el Bien Común, reconociendo con empatía en el valor de aquella segunda persona gramatical que es el “otro” o el “prójimo”; 2) el Arte, o factor subjetivo  valorado en primera persona, que enfatiza comprender lo que trasciende a la mente discursiva por medio del Sentir y 3) la Ciencia o el Saber objetivo que corresponde a una realidad determinada, factor valorado con estudios en tercera persona gramatical; todos como elementos necesarios que se retroalimentan inseparablemente y cuya armonía es necesaria para lograr una Cultura de Paz universal y a nivel planetario.

Y estos tres elementos inscritos en la totalidad abarcan a la realidad como unidad, como lo múltiple, como lo material y como lo espiritual representando la integración de la diversidad en una subyacente y trascendente unidad común.  Asimismo, estos tres elementos coinciden con los tres principios (o valores platónicos) que son: lo Bueno (aquello que valoramos en comunidad o el Bien Común), lo Bello (el Arte) y lo Verdadero (la Ciencia) que también, respectivamente, se pueden interpretar como lo Intersubjetivo, lo Subjetivo  y lo Objetivo e Inter objetivo y - si estuviesen en armonía – sería digno de ser re-transmitido y ampliado inter generacionalmente.

Interesantemente, filósofos  Ken Wilber y Steve Mc Intosh, así como Edgar Morin (y otros sobrepasando los límites de la posmodernidad rumbo hacia una meta filosofía integracionista)  coinciden dentro de sus respectivas propuestas  en reconocer de diversas formas a esta triada en unidad por lo que no solo estaríamos ante principios platónicos repetidos por un místico esotérico sino realmente principios universales siendo re-conocidos nuevamente luego de pasar por el pensamiento racional-moderno y por su crítica posmoderna. Y estos principios podrían ser muy útiles pues no solo actuarían para conformar todo lo existente sino que solo bajo ellos se podría comprender lo existente.

Conferencia por Ricardo González:

“Conocí el mensaje de Nicolás Roerich cuando era adolescente y debo confesar que cuando lo conocí no estaba muy interiorizado en el mensaje de La Bandera de La Paz  o en este comité que forma parte de las Naciones Unidas y que de alguna manera ha venido promulgando su mensaje en muchas naciones del mundo, incluyendo algunos estatutos que más tarde influyeron en la estructura de la propia UNESCO.  Yo conocí a Roerich por mi interés en la investigación. Cómo pero a no me interesaban los lugares arqueológicos que existen en nuestro país y fue un libro- una bitácora- de este explorador y artista ruso que me despertó un mayor interés en las expediciones. Ese el libro se titulaba "El Corazón de Asia"  y este ruso había viajado en la década de los años 20 por el Asia Central.  Había sido uno de los primeros occidentales después de Marco Polo en adentrarse en la cultura de Oriente. Se había prácticamente enamorado del oriente el Desierto del Gobi, del antiguo Shamo  de la Mongolia.  Había caminado por las montañas sagradas de su país como es el Altai en Siberia  y, producto de esta exploración, además de ser un científico, un humanista,  también se volvió un místico  y entabló una amistad tremenda, intensa con los más importantes personajes espirituales de Asia Central.

 Y es importante mencionar todo ello porque el pensamiento de Roerich qué tiene una influencia importante en las Naciones Unidas empezó con una búsqueda espiritual. Y no quería dejar fuera de esta charla la parte espiritual que involucra la paz. La Paz no es sólo protocolos - a mi humilde entender -  acuerdos, documentos, sino que también involucra un compromiso con el ser humano. Involucra algo más allá de la palabra escrita. Involucra algo más allá que una reunión con saco y corbata. La paz en realidad involucra el accionar por los demás. Y creo que ese interés por Nicolás Roerich se transformó también en mí  así como en muchos de ustedes en un compromiso.

 Tengo 42 pero lo conocí a los 19 años y desde mi primer libro de los 16 que ya escrito recitado la obra de Nicolas Roerich  pero en estos últimos años le he dado más énfasis a ese mensaje. Así que permítanme contarles en una breve exposición lo que significa el mensaje de Roerich; cómo nació esta historia fascinante, la bandera de La Paz y el momento actual de paz que requiere nuestra humanidad para cambiarlo todo. Porque la paz si es posible pero tiene que empezar en cada uno.

 Quería iniciar con esta imagen (muestra imagen).  Están viendo aquí un tanka budista. Los tankas son pinturas rituales, mágicas que yo mismo e contemplado en mis viajes en Asia Central. Los tankas pueden representar conocimientos profundos que se remontan a siglos atrás. En este caso están viendo una representación que maravilló profundamente a Nicolás Roerich. Estoy hablando de Shambala y disculpen si empiezo con una leyenda pero es importante que conozcan El pensamiento de este artista ruso.

De acuerdo a un viejo mito del Asia Central, Shambala  es la primera ciudad de paz del mundo. Nicolás Roerich quedó fascinado con esta historia  dónde, según esta leyenda, en algún lugar del Desierto del Gobi o de los Himalayas,  se habría fundado un retiro un lugar espiritual que lo había inspirado como un modelo, como un arquetipo, como una idea para promover esos valores espirituales y místicos por todo el mundo.  Se dice en las leyendas que el Buda, el príncipe Sidharta Gautama,  habría tenido información de este lugar tan especial como habría sido la mística Shambala.  Se dice que Shambala resume la historia y la magia, no sólo de las culturas más antiguas de la Tierra; el mito también asegura que esta información que habla del conocimiento humano y de su conexión con el universo está relacionada también a las estrellas. Por eso, algunas doctrinas como el Kalachakra, la rueda del tiempo y otras más que exploro Nicolás Roerich hablaban de Orión. Se decía que éste es un legado que involucra no sólo a la tierra sino a todo el universo.

 Esta cultura milenaria, mística y que - desde un punto de vista racional - pueda parecer completamente improbable para nosotros,  fue modelando el pensamiento de Nicolás Roerich.   Caminando por los Himalayas, las altas montañas de la India, del Nepal, del Tíbet,  conviviendo - como ya dije - con los monjes en estas grandes elevaciones qué le hablaban de que el ser humano para salvarse a sí mismo tenía que superar el conflicto  y que las guerras,  los enfrentamientos, todo lo que enfrentamos en nuestro mundo empieza primero por un conflicto interior, por una resistencia interior. En otras palabras, Roerich aprendió en esta leyendas del Shambala, en estas historias cósmicas, en estos mitos que había una sabiduría espiritual que exigía que el cambio no tenía que ser externo sino que tenía que ser inicialmente personal.

Pero Roerich se preguntó basado en este mensaje espiritual que se encuentra en diferentes culturas de todo el mundo; no sólo en Asia sino también aquí en el Perú hay mensajes espirituales que proceden de lo más antiguo: ¿Cómo podemos motivar a que las naciones puedan transformarse? Más aún cuando había terminado La Primera Guerra Mundial y se avecina va la Segunda Guerra Mundial, con eventos qué más tarde formaron a las Naciones Unidas como todos recordamos. Fue entonces que esté pintor, este gran explorador decidió llevar esta sabiduría y conocimientos místicos a algo práctico. Roerich formaba parte de múltiples organizaciones científicas en el Reino Unido, en Francia, en la Unión Soviética (que en ese entonces aún existía); en los Estados Unidos, en decenas de instituciones científicas, humanitarias y Consideró que se tenía que llevar a la práctica este mensaje para comprometer a los países y a las naciones a una transformación.

 Roerich había nacido en San Petersburgo un 9 de octubre de 1874. Se había educado como abogado. Estudió una serie de materias vinculadas con la arqueología, la historia y, observando cómo se encontraban los monumentos de arte en su país,  se preguntaba ¿por qué están tan descuidados? ¿Por qué todo lo que involucra al arte y a la cultura en mi país Rusia no está lo suficientemente protegido?  Y a partir de ese entonces como estudiante Y luego como artista y pintor decidió promover ese mensaje para cuidar el valor humano, la cultura. Él creía que a través de la cultura se podía encontrar la paz; que a través del arte se podría unir la humanidad, qué es el mensaje espiritual que más tarde conoció en Asia Central y que sólo podía anclarse a través de la cultura.

 Permítanme mostrarles algunos cuadros que trajimos del Museo Roerich de  Nueva York por cortesía del señor Daniel  Entin, algunas copias que ven aquí al final de esta exposición. Y aquí están viendo algunos de los grandes lienzos; más de 7000 en su haber, 7000  lienzos que dejó Nicolás Roerich.

En estos lienzos representaba las leyendas del Asia Central, las montañas de los himalayas, la vida de algunos países como el Tíbet muy desconocido en aquel entonces. Sus pinturas rehuían   al óleo típico ya que Él trabajaba más bien al temple o lo que hoy llamamos las témperas que es prácticamente lo mismo. Es decir que el pigmento se disuelve en el agua y luego el artista escoge un material aglutinante para generar la obra.  Tenía una técnica de capa sobre capa para generar que los colores pueden generar una sensación muy especial a la vista. Sus cuadros -como verán-  una profunda connotación mística, una profunda connotación de las montañas. Incluso, narrando viejas leyendas que se remontan al Desierto de Gobi, que se remontan a las montañas de los Himalayas y a esa historia que tal vez para los más racionales puede ser como irritante.

 Shambala, al margen que esto no exista y que sea un mito para occidente,  inspiró, como dije, el pensamiento de Nicolás Roerich. Aquí están viendo una pintura que representa a los misteriosos maestros de Shambala según las leyendas de la India y del Tíbet. El cofre que observan está llevando uno de los maestros con túnica blanca está brillando y en su interior se encontraría la Piedra de la felicidad, más conocida como Chintamani que procede, según el mito de Asia Central, de la Constelación de Orión.   


Por eso si observan en lo alto del cuadro van a ver al Cinturón de Orión como si tuviese marcado una especie de señal.


 Nicolás Roerich fue más lejos y llegó a pintar pues las reuniones místicas qué se supone según estas leyendas de Shambala que tendrían estos rishis o mahatmas, cómo se les conoce en Oriente. Pero no sólo pintó escenas espirituales y místicas vinculadas a los maestros sino que también habría pintado realmente algunas escenas increíbles y alucinantes qué recuerdan el origen del símbolo de la Bandera de La Paz, la bandera que tengo a mis espaldas.
Un caballo blanco - según las doctrinas del Asia Central - llamado Lung-tah habría llegado del cielo - trayendo sobre su lomo - una roca mágica que, como digo, en estas leyendas se llama "Chintamani". 

"Chinta"  en sánscrito significa "pensamiento profundo" y "mani"   significa "joya preciosa".  se inspiró en esa leyenda, es decir, "la joya del pensamiento profundo" que,  pasándolo en limpio significa "cambiar nuestra forma de pensar", tratar de purificar nuestros pensamientos y ser mejores criaturas, mejores seres humanos.

 Y el símbolo es el que están viendo aquí: una roca ígnea que tiene tres esferas en su interior que representan la unión de la ciencia, del arte y de la espiritualidad, entre otros símbolos y significados que posee.


Entonces, inspirado en estas leyendas y en el símbolo del caballo Lung-tah  que se incluye en la doctrina del Kalachakra, que dice que en algún momento los conflictos que viven los seres humanos sea cual sea su cultura, su país, su nación, su edad; no importa que uno crea o no creo en estas cosas, en algún momento se produciría un gran instante de unidad con el cual podríamos superar nuestras diferencias, podríamos vencer nuestros conflictos,  superar nuestras guerras, la pobreza,  definitivamente transformarnos. Así que si observan el símbolo del caballo blanco esta vieja leyenda de las montañas de los Himalayas, van a ver qué se trata exactamente, tal como lo había pintado Roerich en su cuadro la Bandera de La Paz.


 Esta es la parte -digamos- menos conocida del trabajo de Nicolás Roerich y la quería mencionar por rigurosidad para que sepan que este hombre además de ser un científico, un humanista y un artista estaba inspirado en algo que tal vez para nosotros sea algo etéreo, qué tal vez para nosotros sea algo demasiado místico indemostrable pero que fue un "combustible" lo suficientemente poderoso para que se lleve como una propuesta al despacho del presidente Franklin Delano Roosevelt  y se firmé un pacto por la paz que incluso involucro al Perú entre otras naciones que lo firmaron. Y fue lo suficientemente poderoso como para que sea la base de las ideas  del actual UNESCO como verán a continuación.

Y Nicolás Roerich no estaba solo. Siempre estaba acompañado por su mujer, Helena Roerich que era una gran humanista que lo acompañó en sus viajes donde ellos se forjaron a fuego en esta gran aventura.

(FIN de la PRIMERA PARTE)

*El Sr. Ricardo González es investigador, autor, explorador y músico. Nació en 1974 y ha escrito más de 16 libros describiendo responsablemente y con originalidad mensajes constructivos e información histórica proveniente de civilizaciones intra-planetarias y extra planetarias muy antiguas. Su libro “El Mensaje de la Bandera de la Paz” puede adquirirse físicamente y también puede hallarse en línea en https://es.scribd.com/doc/296739298/El-mensaje-de-la-Bandera-de-la-Paz